Sueños

Esta noche he tenido un sueño. Lo he recordado a media tarde, de la manera más tonta mientras conducía de camino a casa de mi hermano. De repente, parada en un semáforo he recordado el sueño. Y me he sorprendido a mi misma.
En ese sueño me encontraba con un gran amigo mío, O, en mi casa de la playa, donde estábamos toda mi familia y también estaba su novia. No sé como empezábamos pero la escena se producía en la cocina, detrás de la puerta donde hay una despensa. Estábamos buscando algo que faltaba para la comida. Y no se muy bien como sucede pero nos miramos a los ojos, y nuestros ojos solo indican una cosa, esa mirada me dice que va a responder, que lo que yo he pensado que estaba ahí, oculto, por su forma de mirarme en ese momento, está ahí, esperando salir. Y soy yo la que me lanzo a él, a besarle. Y nos besamos, apasionadamente, con prisas y con los nervios de ser descubiertos, y noto como mi estómago se encoje y como mi corazón se acelera por la emoción de lo que ambos estamos haciendo y porque a menos de cinco metros está mi marido y su novia, ajenos a todo lo que está sucediendo en la cocina, porque lo que está sucediendo es algo más que un beso, hay algo más.
El me aparta precipitadamente,
Eva, esto no está bien. No podemos.
Es cierto, perdona. Lo siento.
Se produce un silencio incómodo y entonces es él quien me besa a mi, me agarra por la cintura y me atrapa en sus brazos y me fundo en su beso, y me importa poco que alguien entre en la cocina porque ahora mismo estoy entregada, no a él, ni siquiera a ese beso, sino a lo que estoy sintiendo.
Pero volvemos a apartarnos, porque el miedo nos puede, no es el momento ni el lugar adecuado. Y ambos estamos de acuerdo en lo que sentimos, pero también en que no podemos hacerlo, no está bien. Y somos amigos, y nuestras parejas están ahí, detrás de la puerta. Los dos asentimos, es una locura, no puede ser. Pero nuestros ojos dicen otra cosa, y mi cuerpo también dice otra cosa.
Y no recuerdo más de ese sueño.
Con O. siempre he tenido buena relación. Nos vemos poco, muy poco, pero hablamos por teléfono bastante, y siempre ha habido mucha confianza, él siempre me ha contado cosas de su pareja, he vivido su ruptura, su posterior enganche con una quitapenas, y también todos los pasos que ha dado con su actual pareja, de la que se ha enamorado y en poco más de un año se han ido a vivir juntos. He sido digamos su confidente. Y nunca ha habido nada, ni yo he imaginado nunca la posibilidad de tener nada con él y supongo que tampoco él nada conmigo. Aunque tras este sueño he pensado en ciertos momentos que hemos tenido juntos, tomando cañas, o cuando ha venido a mi casa, y los abrazos que siempre me da, y ese contacto cuerpo a cuerpo que a veces se produce y donde se nota mucho cariño, tanto que a veces ocurren momentos extraños en los que ambos nos retiramos pero el abrazo parece que podría seguir adelante por una de las dos partes por lo que se producen momentos "incómodos" que ninguno hemos comentado nunca.
Pero destierro esos pensamientos de mi mente tan rápido como en el sueño nos deshacemos de ese beso inoportuno.
Y solo se que me ha gustado el sueño, y me ha gustado recordarlo mientras iba conduciendo, y me está gustando recordarlo también ahora mientras lo escribo. Aunque se que son solo cosas que imagino.
Últimamente me pasan a menudo estas cosas.